Este artículo de Yves JULIEN yJérôme DUVAL del colectivo PATAS ARRIBA analiza la situación producida con la deuda pública española y las ganancias obtenidas por la entidades financieras, principales tenedoras de la misma.
¿Cuántas veces tendremos que pagar una deuda que no es nuestra?
La deuda del Estado español está en el punto de mira
de toda Europa, ya que los mercados financieros (bancos de inversión, fondos
buitres y aseguradoras) han estado y siguen especulando con ella, con un solo
objetivo: llevarse jugosos beneficios. Y esto a costa del empobrecimiento de la
población en su conjunto, porque toda esta especulación conlleva un aumento
progresivo de los intereses a pagar, reduciendo, a su vez, otros gastos del
Estado, como ahora: la educación, las prestaciones de jubilación, viudez y
desempleo, justicia, sanidad o servicios sociales.
Todas estas medidas de austeridad, equivalentes a los
planes de ajuste estructural llevadas a cabo en el sur del planeta a partir de
los años 80, no hacen más que aumentar las desigualdades sociales, a través del
empobrecimiento cada vez mayor de las personas, especialmente de las más
vulnerables (mujeres, minorías étnicas, jóvenes, inmigrantes, personas en paro
y jubiladas).
No obstante, y en oposición con el discurso dominante,
no son los gastos públicos los que han hecho que incrementara la deuda del
Estado español. Al contrario, han sido medidas, cuyo beneficio para el conjunto
de la población es más que dudoso, las que han provocado los déficits que han
obligado un endeudamiento cada vez mayor. Por ejemplo, la baja de impuestos sobre
sucesiones y donaciones, sobre el tramo superior del IRPF, y la supresión del
impuesto sobre el patrimonio han beneficiado a los más ricos, cuyo patrimonio
ha sido también protegido por el fraude fiscal, la bajada de impuestos sobre
sociedades y las SICAV, como premio a su avidez y descontrol.
Por lo tanto, la lógica imperante es de hacer pagar al
conjunto de la población las ventajas económicas conseguidas por un pequeño
número de personas adineradas a través de la deuda. Pero no resulta fácil
conocer la proporción exacta del presupuesto dedicado a pagar la deuda. Esto se
debe a una voluntad política deliberada de esconder estas cuestiones a la
población, facilitada por el carácter peculiar del endeudamiento de los
estados, muy diferente al entendimiento general de los préstamos a particulares
o empresas. Para estos préstamos, el dinero prestado (llamado capital), así
como los intereses, se reembolsan conjuntamente a lo largo del tiempo acordado.
En el caso de un estado, solo los intereses de los préstamos (llamados letras,
bonos u obligaciones del Estado, según sean a corto, medio o largo plazo) se
van reembolsando a lo largo de su duración, mientras que el capital se debe
devolver de golpe cuando acaba (vence) el préstamo. Por esta razón, el
funcionamiento habitual de los Estados es de endeudarse más para pagar los
vencimientos de las antiguas deudas, permitiendo a los estados esconder estos
gastos, ya que se equilibran a nivel presupuestario: los gastos por pago de
vencimientos equivalen a los ingresos por emisión de deuda nueva. No obstante,
aumentando la deuda por el déficit resultando de una mala gestión
presupuestaria, se incrementa cada vez más el pago, que a su vez necesita cada
vez más emisiones. Además, esta nueva deuda puede ser emitida en condiciones
diferentes, por ejemplo con tasas de interés más altas (lo que ha estado
ocurriendo últimamente), que desembocan en el clásico efecto bola de nieve
(aumento de la deuda por el efecto combinado de altas tasas de interés y nuevos
préstamos para pagar endeudamientos anteriores).
El estudio minucioso de los presupuestos generales del estado (accesibles a través de la página web del Ministerio de Economía y Hacienda) permite averiguar la cantidad de dinero gastada por el Estado español a título de reembolso de capital durante los últimos años (ver tabla). Por ejemplo, el reembolso de capital para el año 2010 es comparable al presupuesto total del Estado para ese año. Si sumamos intereses y capital reembolsados últimamente, vemos que entre 2000 y 2010, el Estado español ha reembolsado más de 3 veces lo que debía en 2000, y sigue debiendo casi el doble. Esta tabla también permite ver como los intereses y el capital reembolsados así como la deuda total no han parado de aumentar desde el año 2000, y con la actual especulación sobre la deuda del Estado español, esta tendencia no va a cambiar.
El estudio minucioso de los presupuestos generales del estado (accesibles a través de la página web del Ministerio de Economía y Hacienda) permite averiguar la cantidad de dinero gastada por el Estado español a título de reembolso de capital durante los últimos años (ver tabla). Por ejemplo, el reembolso de capital para el año 2010 es comparable al presupuesto total del Estado para ese año. Si sumamos intereses y capital reembolsados últimamente, vemos que entre 2000 y 2010, el Estado español ha reembolsado más de 3 veces lo que debía en 2000, y sigue debiendo casi el doble. Esta tabla también permite ver como los intereses y el capital reembolsados así como la deuda total no han parado de aumentar desde el año 2000, y con la actual especulación sobre la deuda del Estado español, esta tendencia no va a cambiar.
Auditoría de las deudas de los estados.
En esta entrevista realizada por attac TV, Yves Julien nos habla de Auditorías a la deuda de los estados en contraposición a los Planes de Ajuste, para saber con quién se ha contraído la deuda, quien la ha contraído y en definitiva analizar si es una deuda ilegítima que tienen que pagar los ciudadanos.
2 comentarios:
Excelente e interesantisimo articulo. Gracias por darlo a conocer. Uno se queda de piedera al constatar que a veces la evolucion de la sociedad es mas formal que de fondo. Lo que el estado hace con el sudor y el esfuerzo de millones de ciudadanos recuerda mas a las politicas de los monarcas absolutos que a lo que una persona moderna espera y requiere de una democracia. Aquello de "Todo para el pueblo pero sin el el pueblo" se ha transformado "Nada para el pueblo pero con el pueblo".
Y digo yo... si el dinero del Banco Central Europeo es de los europeos, porque no se lo presta directamente a los Gobiernos, ¿no son capaces nuestros dirigentes europeos de saltarse a la banca como intermediarios? Cuando a la Banca le val mal los Estados le tienen que ayudar, pero si es el Estado el que va mal.. la Banca a forrarse, los europeos les dejamos el dinero al 1% y ellos no lo prestan al 4,5%.
Negocio redondo para la Banca y a pagar por los mortales!
¿Pero cómo no hay ningún dirigente capaz de hacer algo por cambiar esto?
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